El sistema piramidal tiene un importante papel en el tonus muscular. Interviene directamente sobre la motoneurona gamma, cuando todavía hay una estimulación infraliminar para la motoneunona alfa. También interviene indirectamente modificando el nivel de excitabilidad de la formación reticulada.
En las áreas prefrontales también existe una vía inhibidora cóntico-bulbo-reticular.
La neo-corteza al ser estimulada localmente produce un "despertar" generalizado, el cual se hace por intermedio de la formación reticular, cuya actividad se verá facilitada pon esta estimulación. De este modo el tonus muscular de reposo es influenciado por la corteza. Dentro del propio contex existen zonas que inhiben la zona del área cuatro. Se describen las siguientes: 4s (por delante de la 4), área 8s, 2s (parietal), l9s (occipital).
Denny-Brown, Walshe creen que cada movimiento tiene una re presentación cortical amplia, en áreas parcialmente superpuestas, cuya misión es ordenar los movimientos en el tiempo y en el espacio.
El sistema piramidal determina el nivel de influencia sobre la masa muscular de acuerdo a dos factores:
a) Grado de labor antigravitaria del músculo. Mientras mayor sea esa labor en un músculo dado, tanto mayor será el efecto inhibidor sobre él (de allí la liberación de ellos en las lesiones piramidales). Esto es así dado que un acto motor voluntario, llevado a cabo en músculos antigravitatorios, debe primero vencer el fuerte control postunal ejercido pon los centros encefálicos relacionados con la postura.
b) Grado de fíneza, o destreza del músculo. A mayor destreza mayor facilitación piramidal, garantizando de este modo el control voluntario sobre los movimientos.
Las fibras corticoespinales gruesas y que son la inmensa mi noria, llevan estímulos rápidos. Llody (1941) midió su velocidad, registnando 60 metros por segundo.